martes, 28 de octubre de 2008

A la noche

Me niego a dejarte. Me resisto, pero me convences.
Te ignoro, hago de cuenta que no me importas.
Me ilusiono con el sol brillando en mi rostro. Pero no.
Vuelvo a caer en la tentación y te elijo una y otra vez.
Ya perdí la cuenta de las horas que pase con vos o en vos.
Me revelo contra mi, y organizo una revolución en tu contra.
Pero la guerra está perdida antes de comenzar siquiera la primera batalla.
No podes culparme. No es mi culpa, sino tuya. Me arrastras hacia vos.
Tendría que escuchar otras opiniones. Pero no puedo me niego.
Hago oidos sordos a todo aquel que me aconseje abandonarte.
Sos mi peor adicción. El peor de mis vicios. Si, sos un vicio.
Y cuando me pierdo cosas importantes por haberte elegido te odio.
Que mas da. No se como escapar.
Tampoco se como, cuando o donde te conocí, el tiempo lo borró de mi memoria.
Sólo se que ahora, no puedo abandonarte, porque vos nunca lo hiciste.
Me rindo, detesto que me convensas. Pero siempre lo haces.
Y reflexionando en vos, acabo de darme cuenta, que volví a caer en tu trampa.

No hay comentarios: