Si de repente la luz se apaga y ya no ves nada a tu alrededor la sensación de alivio llegará cuando enciendas una vela Cuando el calor golpeé tu cuerpo todo el día en tus tareas las sensación de alivio llegará cuando bebas un vaso de agua fresca Si sientes que la soledad camina de tu mano por las calles la sensación de alivio llegará cuando vuelvas a quererte Si la noche se te hace demasiado larga y aburrida la sensación de alivio llegará cuando mires hacia arriba y veas el cielo Si la tristeza te aflije y sientes un nudo en el estómago la sensacón de alivio llegara cuando dejes que tus ojos derramen lágrimas Cuando pienses que la llegada está más lejos de lo que deseas la sensación de alivio llegará cuando encuentres tu camino y olvides la meta Si tus ojos estan golpeados por la rutina de cemento y sufren la sensación de alivio llegrá cuando tan sólo veas la serenidad del mar
REGALO PARA TODOS LOS QUE LEAN; LA-INSPIRACIÓN CUMPLIÓ UN AÑO, MI INSPIRACÓN. GRACIAS.
Ancient bonds are breaking, Moving on and changing sides. Dreaming of a new day, Cast aside the other way. Magic visions stirring, Kindled by and burning flames rise in her eyes.
He estado en muchos lugares sin moverme de mi cuarto
caminé por demasiadas calles tan sólo con pensarlo
algunas veces repetí los diálogos de esos recuerdos
y sonreí con las bromas que ya hace tiempo hicieron
cerrando los ojos a veces volé conbrazos abiertos
sin querer y casi sin fuerzas huí de otros lados necios
nostalgia, recuerdos varios llámese de muchos modos
es una práctica común de madrugada y sin sueño
volver a los años esos donde nada daba miedo
retomar el ritmo loco con enredo en el cabello
cuando en cada esquina podía encontrar algún misterio
los ojos se me hacen grandes cuando me pierdo en recuerdos
en el espejo, el reflejo está cambiado y más lento
en las noches como hoy, ayer seguía corriendo
la explicación tal vez sea que por eso las repienso
la energía del sol daba la fuerza y el desconcierto
pero esta noche la luna alumbra estos momentos
nostalgia de aquella niña que caminaba sintiendo
de las personas del palo que de a poco fueron partiendo
los viajes, las amistades, los brindis, las necedades
sentada frente a las letras transformo mis pensamientos
lo que un día ocurrió hoy parece ser un cuento
inocencia que se acaba temprano como el lucero
paradojas de una niña que nunca creció por dentro
vuelvo a estar en mil lugares cuando me encierro en mis cuentos
y escucho algunas voces que consejos me dijeron
risas, caídas y llantos vividos como de golpe
sin darme cuenta los años me pasaronpor el borde
y ya nada es igual a como pienso en las noches.
En estos días, casi magicamente volví a charlar con personas que fueron parte de mi vida de niña y/o adolescente, hacía años que no tenía noticias y por esas cosas raras que a veces no se explicar, la vida me pone a viejos amigos otra vez en el camino. Así es que comencé a recordar momentos especiales, que en ese tiempo no lo eran, pero que hoy si son. A ellos, este post.
Oí por ahí una vez, que los seres humanos nacemos con cierto porcentaje de nuestra personalidad heredada, y el resto la formamos a medida que socializamos. La personalidad es algo que no se puede ver ni tocar, y eso me recuerda a los sustantivos abstractos, que cuando era chica tenía que pasar a subrayar en el pizarron de la escuela de barrio a la que me encantó ir. Pasaron muchos años de aquella epoca en que las manos y el guardapolvo quedaban del color de la tiza con la que te tocara escribir, o simplemente la única tiza que había. Los sustantivos abtractos son aquellos que designan un objeto sólo percibido o creado por la inteligencia, dice el diccionario. Ayer fui a cursar nuevamente luego de estar un mes en pausa a causa de la influenza A, sali de casa justo a la hora de entrar, esperé el colectivo, lo tomé y llegué 20 minutos tarde. No hablo demasiado por lo que me queda bastante espacio libre, a veces lo dedico a observar como la gente se mueve para todos lados, a veces sin razón, o simplemente simulo escuchar alguna charla en una ronda a la que me adherí equivocadamente. Pero ayer, alguien, y no recuerdo quien, me dijo algo que hizo reiniciar los sentidos; "marta se jubiló", esa fue la frase y me quedé como dicen, 'helada'. Marta fue profesora de los que hoy también son profesores, es una mujer de poca estatura, que lleva demasiadas cosas encima, y tiene las suficientes en la cabeza. A veces en sus clases me perdía, pensaba que estaba hecha de papel de diario y en sus venas corría tinta. Marta y pasión son sinónimos. La personalidad no heredada, es la que se moldea, comparemos con los efectos de la erosión sobre una montaña. Bueno, esta noticia para mi, representa la salida de mi carrera de una de las maestras que moldearon mi personalidad, esa gente que cuando pasa deja rastro. Llegaba todas las clases con unos paquetes que no podía ni levantar, pero necesitaba mostrar las tapas y titulares que nunca vimos, por pendejos, por falta de interés, por que siempre fue más facil que ella los llevara. De todos los diarios, de todos los años, de todos colores, de todos olores. Para leer, para informarte, para desinformarte, para prender el asado, para hacer plantillas y mantener el pié caliente, para envolver los huevos del super y hasta para que algunos los usen de frasadas cuando el invierno pega y no hay techo. Así nos enseñó y así es. Es de acá y de ningún lado, la tonada al hablar no revela del todo donde comenzó su camino. Por suerte se en donde está hoy, por desgracia para los alumnos, también se donde no va a estar más. Pero es viento, para mí representó el viento que erosiona la motaña, no se si por lo mucho o poco que aprendí, no se si por los paseos con grabador y libreta en mano a los que nos invitó a salir y jugar a ser lo que todavía no somos, pero se que fue o tal vez es; viento. Enamorada del papel, enamorada de la tinta, enamorada de los libros, del saber, enamorada de sí misma, de la periodista que es. Así recordaré a Marta cuando ya no la vea, y si el viento me empuja favorablemente, también algún día yo me enamoraré de mí.
Con los pies tan desnudos que el alba le dió la espalda y se sonrojó, ella se deslizó por las blancas arenas de una lengua húmeda que con su inmensa boca aparenta tragarse la costa atlántica.
La seda parecía abrirle los poros a su cuero salvaje, que en el amanecer simula calma para no volverla loca y le regala descanso antes de que el calor del sol vuelva a consumirla en sus llamas.
Cuando hundió su pié en la fresca arena, sintió como cada grano atravesó sus dedos y le brindó un masaje matinal a aquellos compañeros que por las noches se escurrían por caminos tormentosos y sabanas no tan calmas.
A paso lento se dejó atrapar por la brisa de una mañana de invierno que pareció ofrecer primavera a su cerebro siempre estallante.
Sus manos libres de aquel vaso manchado con rouge, se dispusieron a atrapar imaginariamente el viento que las atravesó una y otra vez a paso sonámbulo.
Tan perfecto su decaimiento, la llevó hasta una orilla sin pasados ni presentes, donde ella fue protagonista del salvaje amanecer, de la primera luz, de un incendio interior que la sal se ocupo de hacer arder.
Mojó sus manos, y con ellas su cabello, más no miró a lo lejos. Fijó sus negras dagas en los empeines marcados del esfuerzo previo y en un profundo respiro descansó sus lamentos.
Desvanecido amanecer aquel que la encontró mostrando sus heridas a la luz del día sin arrastrarse como larva por temor a que el sol la dañe aún más.