lunes, 8 de diciembre de 2008

Andar andando, no ando

Caminando por la vías abandonadas del tren

con mi rostro reflejándose en las piedras

con la luz brillante de la luna como mochila

Deambulaba aquella noche pensativa

ni una copa había bebido para la energía

y las manos en los bolsillos escondía.

La sonrisa que algún día tuve ya no estaba

me detuve para observar lo resquebrajado

lo abandonado y olvidado del paisaje.

Durmientes dormidos a la deriva

y las vías, vías de extinción de mi pasado.

A lo lejos se veían unos árboles secos

el viento de aquella noche los mecía

Me frené en ese momento distraída

e imagine que volviendo hacia atrás

hasta el principio mismo todo comenzaría

y desde cero nuevamente empezaría.

La brisa del invierno me invadía

y aquel noctámbulo delirio se marchó.

Mire el cielo las estrellas, vi hacia arriba

por instinto nuevamente la mirada perdida

y continué mi camino que ya no camina

Piedras, durmientes, mi noche y las vías

el camino circular en línea recta

con mi rostro reflejándose en las piedras.

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