Caminando por la vías abandonadas del tren
con mi rostro reflejándose en las piedras
con la luz brillante de la luna como mochila
Deambulaba aquella noche pensativa
ni una copa había bebido para la energía
y las manos en los bolsillos escondía.
La sonrisa que algún día tuve ya no estaba
me detuve para observar lo resquebrajado
lo abandonado y olvidado del paisaje.
Durmientes dormidos a la deriva
y las vías, vías de extinción de mi pasado.
A lo lejos se veían unos árboles secos
el viento de aquella noche los mecía
Me frené en ese momento distraída
e imagine que volviendo hacia atrás
hasta el principio mismo todo comenzaría
y desde cero nuevamente empezaría.
La brisa del invierno me invadía
y aquel noctámbulo delirio se marchó.
Mire el cielo las estrellas, vi hacia arriba
por instinto nuevamente la mirada perdida
y continué mi camino que ya no camina
Piedras, durmientes, mi noche y las vías
el camino circular en línea recta
con mi rostro reflejándose en las piedras.
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